jueves, 10 de abril de 2003

Ptolomeo hace una gran biblioteca y Pirro hace grande a Roma

Judea pasó a ser provincia del Imperio alejandrino de la antigua Grecia y el favor mostrado por Alejandro y sus sucesores hacia los judíos hizo que cientos de ellos emigraran a la nueva población para convivir, sobre todo, con griegos y egipcios. Alejandría se convirtió así en la ciudad portuaria más importante de la Antigüedad gracias a su intenso y fluido comercio. Una de las maravillas alejandrinas era su extraordinaria Biblioteca, pero no como una biblioteca de las de hoy, pues no tenía libros sino rollos o papiros y a ella no tenía acceso cualquiera, sino personajes elegidos de castas aristocráticas conocedores de la Magna Ciencia, un conjunto de enseñanzas reunidas por las sociedades antiguas que superaban nuestro actual y global entendimiento...