El 1 mayo de 1707 se creó
el Reino de Gran Bretaña entre los reyes de Inglaterra y Escocia, con la reina
escocesa Ana I Estuardo como primera monarca, y se fijó el parlamento del reino
conjunto en el antiguo parlamento inglés de Londres. En 1717 ya funcionaban
varias logias (logia viene de logos:
palabra, retórica y su dominio para manipular masas y auditorios) planeando el
desarrollo de la que se conoce hoy como masonería
especulativa desde mediados del siglo XVII, fecha en que también se inicia
la llamada Ilustración: época
histórica y movimiento intelectual europeo que desde Inglaterra se
introdujo en Francia y pasó a Europa y el resto del mundo, desarrollándose
desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa y dando lugar a la Ciencia actual...
Sus preclaros artífices, cuyos jefes ya conocemos, la llamaron así por su
declarada finalidad de disipar las
tinieblas de la humanidad mediante las luces de la razón, aunque en
realidad tiene mucho más que ver con la confusión que con la razón que alude.
El siglo XVIII es conocido, por este motivo, como el Siglo de las Luces. Según
Descartes: pienso, luego existo, que en realidad es el pensamiento dominando
al individuo y no al revés, sentido contrario a como lo hicieron y hacen los
místicos expertos en meditación, y a como lo hacían los hombres primitivos en
épocas prehistóricas o anteriores al predominio del pensamiento racional.
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El corazón tiene razones que la razón no entiende (Blaise Pascal)
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La palabra logia proviene de Logos: la palabra en cuanto meditada,
reflexionada o razonada y hablada. Los argumentos ligados al logos pertenecen a uno de los tres modos
de persuasión en la retórica (junto con el ethos y el pathos) según la
filosofía de Aristóteles, y es uno de los tres tipos de argumentos que pueden
ser utilizados en un discurso, junto al Ethos:
apariencia, inclinación, comportamiento o costumbre, de donde deriva la palabra
ética: el conjunto de normas morales que regulan las relaciones o conductas
humanas, así como los rasgos y modos que forman el carácter o la filiación de
una persona, y al Pathos: estado del
alma humana en relación directa con el sentimiento, el conflicto, la pasión o el
sufrimiento existencial, del que deriva la patología o enfermedad psicofísica,
aunque es diferente de éste...
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