domingo, 9 de septiembre de 2012

Segunda Guerra Carlista

La Segunda Guerra Carlista se disputó sobre todo en Cataluña entre septiembre de 1846 y mayo de 1849 debido, en teoría, al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con el pretendiente carlista, Carlos Luis de Borbón, que fue pretendido por distintos sectores moderados de Isabel, singularmente por Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés, y del carlismo. Sin embargo, Isabel II terminó casándose con su primo Francisco de Asís de Borbón...

El conflicto, cuestionado por muchos historiadores como guerra definida, produjo levantamientos pololares en distintas zonas de Cataluña (la Tierra de los Cátaros). Las partidas de Matiners combatieron conjuntamente con partidas de ideología republicana, en lo que se llamó coalición carlo-progresista.

Batalla del Pasteral en la Guerra de los Matiners en Catañuña

En Cataluña habían persistido bandas carlistas que no se habían rendido tras el fin de la Primera Guerra Carlista, aunque actuaban mucho más como bandoleros o trabucaires que como guerrilleros, a lo que unió la crisis agraria e industrial de 1846, importante en Cataluña y algunas reformas impopulares de los gobiernos moderados de Ramón María Narváez como las quintas, el impuesto de consumos y la introducción de un sistema de propiedad liberal que contradecía los usos comunales de la tierra.

La crisis de 1846 había sido importante en Cataluña. Por una parte las comarcas más pobres y dependientes de la agricultura en las zonas de montaña tenían serias dificultades de suministro de alimentos desde 1840, lo que obligó a los distintos gobiernos a enviar ayudas económicas, siempre insuficientes, para paliar el hambre.

En segundo lugar, la crisis que se estaba gestando en Europa en las actividades industriales incidió especialmente en la incipiente revolución industrial catalana a partir de 1840 y hasta 1846 con una disminución de la demanda exterior y la competencia desleal que suponía el contrabando. En tercer y último lugar, la introducción del sistema de reclutamiento de quintas privaba a las familias de manos útiles en momentos especialmente difíciles.

La rebelión comenzó a finales de 1846 en Solsona, cuando se formaron diversas partidas guerrilleras, que no sobrepasaban los 500 hombres a comienzos de 1847, y que atacaban fundamentalmente a funcionarios públicos y a unidades militares. Estas partidas actuaban al modo de las guerrillas y estaban integradas por grupos poco numerosos de hombres con un cabecilla. Actuaban en la zona donde tenían su residencia y eran buenos conocedores del terreno…

Para conocer más sobre el tema:
 

Para contactos profesionales o editoriales, enviar email.

No hay comentarios:

Publicar un comentario