Tras 41
años de orden liberal y un sexenio revolucionario, con una Constitución
monárquica redactada en 1841, a finales del año 1874 España vuelve a la forma
de gobierno tradicional con la figura del rey de origen franco o francés Alfonso XII de Borbón. La Restauración borbónica se caracterizó por una aparente estabilidad
institucional, la construcción de un modelo liberal del Estado y la
incorporación de los movimientos sociales y políticos surgidos al calor de la
revolución industrial, hasta su progresiva decadencia con la dictadura de Primo
de Rivera en 1923…
Alfonso XII se encontraba en el exilio en Gran Bretaña tras el fracaso de la Primera República,
y Cánovas del Castillo desde el Partido Liberal-Conservador contactó con él
para restaurar el orden monárquico en España. Cánovas hizo promesas a la clase
política de que se tratará de la superación de la República, pero también de los modos y maneras
del reinado de Isabel II, con la última de las guerras carlistas todavía sin
finalizar.
Uno de los encargos de Alfonso XII y sus asesores |
Convencido el futuro Rey, proclamó el Manifiesto de Sandhurst el 1
de diciembre de 1874, en él comunicaba
que muchos son los que se han puesto en contacto con él para el establecimiento
de una monarquía constitucional, considerando huérfana a la nación y considerándose
legítimo heredero del trono por abdicación de su madre, Isabel II, poniéndose a
disposición de los españoles.
El sistema político que se estableció fue bipartidista: entre el
Partido Liberal-Conservador encabezado por Antonio Cánovas del Castillo y el
Partido Liberal-Fusionista que protagonizó Práxedes Mateo Sagasta. El nuevo panorama dio una mayor estabilidad, pero la tirantez del sistema a la larga, con una alternancia política ficticia,
causó graves problemas que llevaron a la corrupción política, cuya raíz se encontraba en el marcado caciquismo.
Existe un dato curioso que distingue a la dinastía de los Borbones y se marca de maneras especial durante este siglo y el siguiente: Las
primeras referencias al cine que es llamado pornográfico en España la constituyen una serie de películas de los
años 20 rodadas en Barcelona por encargo de Álvaro de Figueroa y Torres, primer conde de Romanones, que
actuaba en nombre del rey Alfonso XIII, un gran aficionado al género y al
erotismo en general, según cuenta el investigador Román Gubern.
Recientemente la Generalidad Valenciana
ha restaurado tres cortometrajes de este estilo de los años 20: El confesor, El ministro
y Consultorio de señoras, encargados por Romanones a los hermanos Ricardo y
Ramón Baños, dueños de la productora barcelonesa llamada Royal Films…
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