No es extraño que a René Quinton no lo conozca mucha gente. Muchos médicos y personas que se dedican a la salud tampoco sabe de él. Pero muchas más lo conocen o empiezan a conocerlo y a saber que su legado es muy importante. De ocultarlo y dejarlo a un lado se han ocupado, en gran medida, los grandes laboratorios farmacológicos mundiales, que se ocupan, sobre todo, de mantener y revitalizar las enfermedades en el mundo. Por fortuna, hoy existe una fundación que se encarga de practicar la saludable Terapia Marina, ampliar los conocimientos que de ella tiene la sociedad actual y engrandecer el valor de su protagonista, al que la humanidad le debe buena parte de su salud actual.
René Quinton nace el 15 de diciembre de 1866, es el hijo de Paul Quinton y Marie Amyot. A los 22 años de edad se centra en el estudio de la biología, geología y paleontología en el Museo Nacional de Historia Natural. Su gran interés por la biología y sus meticulosas observaciones hace que desarrolle su primera teoría sobre la temperatura de los organismos vivos a la edad de 29 años, lo que se convertiría en la ley de la constancia térmica...