No es extraño que a René Quinton no lo conozca mucha gente. Muchos médicos y personas que se dedican a la salud tampoco sabe de él. Pero muchas más lo conocen o empiezan a conocerlo y a saber que su legado es muy importante. De ocultarlo y dejarlo a un lado se han ocupado, en gran medida, los grandes laboratorios farmacológicos mundiales, que se ocupan, sobre todo, de mantener y revitalizar las enfermedades en el mundo. Por fortuna, hoy existe una fundación que se encarga de practicar la saludable Terapia Marina, ampliar los conocimientos que de ella tiene la sociedad actual y engrandecer el valor de su protagonista, al que la humanidad le debe buena parte de su salud actual.
René Quinton nace el 15 de diciembre de 1866, es el hijo de Paul Quinton y Marie Amyot. A los 22 años de edad se centra en el estudio de la biología, geología y paleontología en el Museo Nacional de Historia Natural. Su gran interés por la biología y sus meticulosas observaciones hace que desarrolle su primera teoría sobre la temperatura de los organismos vivos a la edad de 29 años, lo que se convertiría en la ley de la constancia térmica...
René Quinton abarcó múltiples campos del conocimiento humano. Su formación humanista y científica, le llevó a ser considerado un sabio, y a través de sus muchas obras, incluidas las inéditas, tuvo una máxima constante “Science de la sensibilité”, es decir, aunó lo material y lo espiritual en un todo armónico.
Además de sus estudios en las áreas de la Biología y Fisiología, René Quinton fue filósofo, héroe militar, mecenas y divulgador de la aviación, etc., un entusiasta del Humanismo de su tiempo.
Es el medio el que se somete a la vida (a la célula), y no al revés |
Frente al mundo físico que obedece a unas leyes estables, el evolucionismo nos había acostumbrado a ver la materia viva como una sustancia plástica modificada por el entorno, adaptándose para sobrevivir a las condiciones variables de la tierra, describía en uno de sus libros. Sin embargo, en 1897, Quinton formula un principio nuevo que -sin negar la evolución- muestra el objetivo final que persigue la vida en todas sus formas.
Así, descubre que la vida animal aparecida en el mar, pese a las variaciones a lo largo del tiempo, tiende a mantener las condiciones de sus orígenes. En lugar de obedecer pasivamente a la influencia del entorno, la vida resiste a esas modificaciones. Las formas anatómicas cambian para ayudar a mantener la temperatura y la concentración salina del medio marino original.
Había que experimentar para poder demostrar que el Agua de Mar, rebajada a la isotonía, es idéntica al medio interno humano.
En 1897, en el laboratorio del Profesor Marey en el “Collège de France”, tiene lugar el primer experimento: desangrar completamente perros. Durante 8 horas se inyecta a un perro de 10 kg por vía intravenosa una cantidad de 10,4 litros de agua de mar -104% de su peso- sin ningún inconveniente. La eliminación renal es perfecta.
Un perro es desangrado totalmente por la arteria femoral. El perro queda a un paso de la muerte, perdiendo el reflejo córneo. Se le inyecta Agua de Mar durante 11 minutos: el reflejo reaparece, el perro vuelve en sí, se levanta y al día siguiente camina por todo el laboratorio. El perro, bautizado “Sodium”, morirá 5 años más tarde atropellado por un tranvía.
Entre 1887 y 1904, René Quinton aplica su tratamiento marino acumulando observaciones que le permiten poner a punto un “método” conjuntamente con unos jóvenes médicos entusiastas, profesores y eminentes jefes de clínicas.
Quinton empieza su terapéutica en los hospitales de París, donde le permiten tratar los casos desesperados: un paciente de tifus en coma terminal que se prevé morirá en el día, un envenenamiento con ácido oxálico, una sifilítica, un hombre con cirrosis hepática, una joven parturienta moribunda por desangramiento…
El Agua de Mar Isotónica, llamada entonces Plasma de Quinton, en inyecciones, obra siempre lo inesperado: los moribundos en muchos casos se salvan.
Para concluir sus experimentos, René Quinton pasa al estudio de los glóbulos blancos que, por su delicadeza, son difíciles de mantener vivos en un medio artificial. Quinton lleva el estudio a todas las especies: peces, batracios, reptiles, mamíferos y pájaros. En todos los casos, los glóbulos blancos inmersos en líquido marino siguen presentando todos los signos de una vida normal.
En un Estudio actual, el Dr. José Miguel Sempere, Profesor de la Universidad de Alicante en el Departamento de Biotecnología, ha concluido: Estoy convencido que los glóbulos blancos se mantienen más tiempo en la solución Quinton Isotonic más allá de las 96 horas medidas hasta ahora.
En los inicios de sus estudios, René Quinton descubrió que el Agua de Mar contenía 15 elementos de la clasificación periódica de la tabla de Mendeleiev, y a medida que continuó con sus investigaciones fue añadiendo otros cinco elementos más, sospechando que estarían todos.
Y efectivamente, con el progreso de los medios de análisis clínico, se van evidenciando cada vez más elementos, hasta llegar a la misma conclusión que intuía el biólogo: el Agua de Mar contiene la totalidad de los elementos de la tabla periódica de Mendeleiev y en la misma proporción que nuestro medio interno, compuesto por los distintos líquidos orgánicos como: líquido extracelular, plasma sanguíneo, lágrimas, líquido cefalorraquídeo, etc.
Este descubrimiento lo hace Henry Doffin, Catedrático de Biología (Facultad de Ciencia de Poitiers, Francia), en 1950. Más recientes, son las investigaciones de la Universidad de Coral Gables (Miami-EE UU), que utilizan una aproximación molar por espectrometría de difracción de neutrones -el método más exacto hasta ahora-, para comprobar la composición cualitativa del TOTUM ionomineral del Agua de Mar y su concentración, que nos da 78 elementos BIODISPONIBLES en el Agua de Mar natural a temperatura biológica.
El Agua de Mar en sus orígenes estaba menos concentrada en sales minerales que ahora, por ello hay que rebajar su concentración con agua fontana de escasa mineralización.
Cada litro de Agua de Mar contiene una media de 300 miligramos de derivados prebióticos del carbono, como aminoácidos, azúcares, vitaminas, etc. Los iones (presentes en fase líquida, ausentes en fase sólida) son elementos químico-electrónicos naturales, transformados por fitoplancton y zooplancton, en cadenas naturales. Actúan, por efecto sinérgico, en una simbiosis natural con nuestro organismo, cuya formulación mineral de sus líquidos es idéntica al Agua de Mar.
Su nombre perdura en el tiempo gracias a su obra y su marca registrada Plasma de Quinton. Sin embargo, el considerado Padre de la Terapia Marina, aún no había sido objeto de un estudio biográfico.
Con el objetivo de devolver al presente la figura y obra del investigador francés, la Fundación René Quinton y AGAMI-Editions Paris publicaron la obra biográfica Tras las huellas de René Quinton (1866-1925), escrito por la historiadora e investigadora del CRNS, Diana Quattrochi-Woison; y el periodista de investigación y fotógrafo Jean-Fraçois Dray.
Esta obra narra, como no se había hecho antes, su genuina trayectoria científica y su tenaz voluntad de salvar la vida de niños y adultos afectados por graves enfermedades, resitúando a René Quinton en su época y en su medio familiar, social y cultural.
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