sábado, 26 de septiembre de 2020

Tropas de Élite

Querido amigo guerrillero, tu última carta de hace varios meses me contaba tus venturas y desventuras circunstanciales, me preguntabas cómo me iba en mi patria paterna, los Estados Unidos, y qué tal estaba después de estos últimos años sin vernos. Tus sinceras palabras en castellano, idioma materno que cultivo ahora más que nunca, me hicieron recordar cómo nos conocimos y en qué circunstancias. Rememoré cómo andábamos a las pocas semanas de ingresar por obligación estatal en el ejército español, a finales del año 1979. Teníamos los cocos pelados casi al cero, los culos todavía llenos de caca de crío y yo, como seguro recordarás, un inexpresivo y rudo talante que muchos creían lleno de bravura y de impiedad...