Antes de ser declarado oficialmente rey en 1556, Felipe II ya realizaba labores de
regencia más de diez años atrás de
la mano de aristócratas y clérigos de la alta alcurnia hispana. El 14 de noviembre de 1543 de este año,
tras pactos políticos de Carlos V con Juan III el Piadoso para la unificar el
control de Hispania, Felipe (de dieciséis años) se casó por primera vez con su
joven prima María Manuela de Portugal (de catorce), hija de dicho rey portugués
y de su esposa Catalina de Austria, hermana pequeña del emperador Carlos V. En julio de 1545 María Manuela parió al visiblemente
deforme Carlos de Habsburgo y falleció pocos días después por complicaciones en
el parto...
Entre los periodos 1548-1551
y 1554-1559, Felipe II permenecería fuera de Hispania atendiendo sus
negocios europeos, por lo que el príncipe Carlos de Austria y Portugal empezó a
ser criado en la corte itinerante de su tía Juana de Austria, viajando de un
lado a otro de sus dominios. Carlos monstró desde niño unas inclinaciones
grotescas e insanas; como sacar los ojos a los caballos de las cuadras reales,
disfrutar achicharrando pequeños animales vivos y azotar o torturar a
cortesanas y sirvientas. Carlos tuvo como tutor o preceptor al humanista
Honorato de Juan, discípulo del humanista valenciano Juan Luis Vives, quien
pronto dio parte del sadismo de su pupilo y de la dificultad de meterlo en
vereda.
El humanista Honorato de Juan, discípulo de Juan Luís Vives |
En las genealogías naturales humanas los descendientes suelen
tener dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos. Sin
embargo, el príncipe Carlos de Austria y Portugal tenía cuatro bisabuelos (Felipe
II el Hermoso, Juana I la Loca,
Manuel I de Portugal y María de Aragón y Castilla) y seis tatarabuelos
(Fernando II de Aragón, Isabel I de Castilla, Maximiliano I de Habsburgo, María
de Borgoña, Fernando de Avis Trastámara y Beatriz de Avis Braganza), endogamia
soberana que le produjo una carencia genética con sus correspondientes y
visibles alteraciones físicas y cerebrales, manifestación de la llamada
popularmente como enfermedad de los godos.
En las Abdicaciones de Bruselas, Carlos V concedió a su hijo
Felipe II los Países Bajos en 1555 y
el año siguiente le entregó también las posesiones de sus reinos en Hispania,
quedando como soberano de los mismos. El resto del Sacro Imperio Romano
Germánico se lo dejó a su hermano Fernando I de Habsburgo (ratificado como
emperador por los príncipes electores el 12 de marzo de 1558) y se retiró a la casa-palacio anexa al Monasterio
de Yuste (Cáceres), cenobio regido por monjes católicos de la Orden de San Jerónimo, donde
llegó a principios de febrero de 1557.
El 10 de agosto de 1557,
día de san Lorenzo, se disputó la
Batalla de San Quintín dentro de las Guerras Italianas. La
victoria de los aliados austriacos, flamencos e ingleses realza el poder de
Felipe II en Europa y el mundo. Poco más tarde, en su retiro de Yuste, Carlos V
decidió no ser enterrado en su palacio de Granada (incluido en la Alhambra) y ordenó a su
hijo Felipe que construyera un capitolio Ex Novo, un edificio renovador, punto
de partida del Nuevo Mundo en medio de Hispania, con todo lo necesario para
dirigir su desarrollo, y con un solemne panteón para los Austrias encabezado
por su tumba cesárea.
Carlos V falleció de forma fortuita a consecuencia de malaria o
paludismo tras ser picado por una mosquita el 21 de septiembre de 1558, pocas semanas antes que su prima la reina
inglesa María I la
Sanguinaria (13 noviembre 1558). Sus restos mortales
reposarían años más tarde en la Cripta Real
del Monasterio de El Escorial.
El 3 de abril de 1559
firmaron la Paz de
Cateau-Cambrésis (sureste de Cambrai, Francia) Felipe II, Enrique II e
Isabel II de Inglaterra, aliada con Felipe en la última parte del conflicto por
los beneficios que le aportaba. El tratado puso gran parte de la península
Itálica bajo control de los Austrias hispanos y consolidó su poder en Europa y
buena parte del mundo. Aunque no pudo evitar que el anciano y demente papa
Pablo IV (que moriría el 18 de agosto siguiente) excomulgara al ya fallecido
emperador Carlos V (el 21 septiembre de 1558) y a su hijo Felipe II, monarcas
declarados catolicísimos por otros papas con documentos y honores.
El mes de mayo de 1559
la evangelización protestante era coordinada por un grupo de predicadores protestantes
procedentes de Ginebra y enviados por Juan Calvino, quienes organizaron
clandestinamente el primer sínodo nacional de iglesias reformadas. Al enterarse
de la celebración de dicho sínodo, el rey franco Enrique II prohibió el
protestantismo en su reino sin adivinar que las circunstancias darían un giro
inesperado en breve plazo... (sigue)
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