Abu Abd Allah Muhammad ibn Alí, también llamado Muhammad XII, fue
el último sultán de la dinastía Nasrí o Nazarí de Granada, el último príncipe
de al-Andalus derrotado por las huestes de los Reyes Católicos, al que se le
concedió en compensación el pequeño señorío de la Alpujarra granadina. En la Historia es conocido como
Boabdil el Desdichado, pero más aún como Boabdil el Chico para diferenciarlo de
su tio Abu Abd Allah Muhammad az-Zaghall, Boabdil el Viejo o el Zagal. La
literatura católica lo ha dibujado como individuo pequeño y débil, de tez
morena y pelo negro como muchos paisanos del Magreb; pero
Boabdil el Chico era muy diferente...
Julio Quesada-Cañaveral y Piédrola, VIII duque de San Pedro de
Galatino (reino de Nápoles), señor de Lachar (Granada), gentilhombre grande de
España con ejercicio y servidumbre del rey Alfonso XIII de Borbón, político y
empresario español que vivió entre 1857 y 1936, escribió un libro titulado
Boabdil: Granada y la
Alhambra hasta el siglo XVI, donde describe así al susodicho: Boabdil era rubio, de mediana estatura, más bien alto y esbelto, de ojos
claros de luz, tez pálida y semblante tranquilo. Su porte era majestuoso y en
los momentos más difíciles demostró siempre su valeroso corazón y su arrogancia
de raza. Fue bravo en las batallas y, aunque herido su cuerpo como en la batalla
de Loja, siempre conservó su dignidad de rey, su dignidad de raza y su dignidad
de hombre de corazón, a pesar de tantas y tantas amarguras como tuvo que sufrir
constantemente su espíritu y su voluntad…
Montañas de las Alpujarras granadinas, los últimos mudéjares |
Ese Boabdil rubio, más bien alto, de ojos claros, tez pálida,
porte majestuoso, valeroso corazón y arrogancia de raza, recuerda mucho a esos
descendientes aristócratas de los vándalos asdingos del siglo V que dominaron
buena parte del sur de Hispania y se establecieron en el norte de África al
mando del rey Genserico, con Cartago (Túnez) como capital de sus dominios. Un
Boabdil descendiente de Muhammad VI el Bermejo o el Rubio, asesino de su
predecesor nazarí Ismail II en el reinado de Granada; con una genética germana
compartida además con el emir omeya Abderramán I y sus descendientes, con
Isabel la Católica
y con los demás soberanos germanos asentados en los tronos europeos, pero sin
esa endogamia enfermiza y con una religión muy cercana a preceptos, prácticas y
vestimentas de los primeros cristianos.
Primero se los llamó musulmanes o mahometanos por seguir unos
principios para su crecimiento espiritual y moral, enseñanzas encabezadas por
la figura del profeta Mahoma o Mohammed o Muhammad, el último personaje de una
larga lista de mensajeros judeocristianos de Dios que han tenido como fin
rescatar y redimir su mensaje. Luego se los nombró mudéjares, sobre todo a
partir de la Guerra
de Granada (1482-1492) entre católicos y nazaríes, derivación de la palabra
árabe mudaggan o mudayyan que significa domados o domesticados, al
permitírseles permanecer en territorios bajo leyes católicas por ser útiles
para el desarrollo económico de los mismos. Y se los denominó moriscos, de
donde deriva la palabra moro que significa oscuros o negros, tras las leyes o
pragmáticas antimoriscas de 1502 en Aragón y de 1525 en Castilla, donde se
dictó a la fuerza su bautismo y registro como católicos.
Boabdil el Chico nació en la Alhambra de Granada y era hijo de Abu al-Hasan Ali
ben Saad, rey nazarí llamado Muley Hacén por los castellanos. En 1482, cuando
tenía veintitrés años, se reveló contra su padre y le quitó el trono de Granada
con la ayuda de su propia madre, la reina Aisha o Aixa, y de la dinastía
nobiliaria de los Banu-Sarray, conocidos como Abencerrajes y enemigos de los
aristócratas granadinos Cegríes o Zegríes. Este conflicto interno en lo que
quedaba de al-Andalus hizo huir de Granada a Muley Hacén y a su hermano el
Zagal o Boabdil el Viejo para combatir con su hijo y sobrino Boabdil el Chico,
favoreciendo la ofensiva de los ejércitos católicos y el inició de la Guerra de Granada... (sigue)
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