La llamada Guerra Civil inglesa (1642-1649) fue en realidad una disputa
bélica por el control del dinero con tintes religiosos que pintaban de sangre
el conflicto. Los parlamentarios, conchabados y sobornados por los banqueros
londinenses de ascendencia judía: llamados puritanos (que desembarcaron en
América para crear luego Wall Street y su sistema financiero), y el rey Carlos I de
Inglaterra, Irlanda y Esconcia, con sus partidarios nobles, se disputaban el control
del dinero con su deuda correspondiente en forma de intereses…
Oliver Cromwell, parlamentario y puritano, fue financiado por los banqueros,
derrotando al rey Carlos I y ordenando su decapitación en enero de 1649. De
esta forma los bancos consolidaron su poder financiero y su mantenimiento de
deuda los 50 años siguientes, empujando a Gran Bretaña a costosas guerras con
los Estuardo y sus consiguientes
beneficios para ellos...
Oliver Cromwell en Dumbar, cuadro de Andrew Carrick Gow |
Para propuestas profesionales o editoriales, enviar e-mail
No hay comentarios:
Publicar un comentario