lunes, 11 de noviembre de 2013

Una peculiar y oportuna Historia de los Heterodoxos Españoles

La Historia de los Heterodoxos Españoles, adjudicada al santanderino Marcelino Menéndez Pelayo, está compuesta por ocho libros o tomos, fue concebida años atrás por sus pagadores y publicada por primera vez en Madrid en tres volúmenes, entre los años 1880 y 1882. El gran alcance y dimensiones de esta obra sobrepasa las posibilidades de un solo autor y muestra una extraordinaria erudición que enlaza hechos históricos ad líbitum, mezclando o metiendo en el mismo saco a herejes reales o manifiestos, a protestantes que no lo fueron tanto o católicos de doble cara como si hubieran sido parte de lo mismo…
 
Para conocer mejor esta obra y a su autor, es conveniente saber también de Gumersindo Laverde. Gumersindo Laverde formó parte, el año 1874, del tribunal que concedió el Premio Extraordinario de Licenciatura a Marcelino Menéndez Pelayo. A partir de este acontecimiento, Gumersindo entabló una perdurable y profunda amistad con Marcelino, a aquél se debe el primer impulso y estímulo que recibió este erudito en sus proyectos siguientes, en particular su trabajo titulado La Ciencia Española (1879), que prologó para su pupilo.
 

Una edición tras la Guerra Civil española

 
Laverde también orientó a Marcelino en los principios de un neocatolicismo liberal.  Laverde proyectó o planeó desde su juventud una Historia de los Santos Españoles desde la época romana, que era en realidad un estudio del proceso de la Iglesia Española a lo largo de su historia. Pero esta primera idea no llegó a cuajar por no considerala conveniente los jerarcas eclesiásticos, y sí la contraria: Historia de los Heterodoxos Españoles.

En 1885, apunta Marcelino Menéndez Pelayo en su obra Historia de los Heterodoxos Españoles, seis años después de la exhumación de los restos de Eucrocia, Prisciliano, Asarino, Latroniano, Armenio, Aurelio y Felicísimo (1879), un tal Georg Schepss descubrió en la biblioteca de la Universidad de Würzburg, en la Baviera alemana, a unos doscientos cuarenta kilómetros de Tréveris, los argumentos que según parece escribió el obispo hispanorromano Prisciliano de Ávila, primer mártir ajusticiado por la Iglesia Católica...

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