El año 1918, al tiempo que acababa la Segunda Guerra Mundial, se extendió una extraña gripe por el mundo civilizado de entonces. Diferente a otras gripes, mató indiscriminadamente a niños, ancianos, jóvenes y adultos saludables, e incluso a animales como perros y gatos. Se consideró la pandemia más mortífera de la historia, pues en un año mató a más de treinta millones de personas...
Durante el otoño de 1917 se produjo una primera infección en más de catorce campamentos militares de Estados Unidos que preparaban soldados para luchar en la Primera Guerra Mundial. La consolidación de la gripe se constató en el campamento militar de Fort Riley (Kansas, EE.UU) y hay fundadas sospechas de que por allí se encargaron de mutar el virus de la gripe para hacerlo más peligroso para la salud.
Este virus, mutado genéticamente durante aquellos días, se difundió a través de los soldados estadounidenses que desembarcamban en el puerto francés de Bresta para combatir en la Primera Guerra Mundial.
La gripe fue conocida en todo el mundo como gripe española, porque esta pandemia recibió mayor atención por parte de la prensa española que en resto de Europa. España no participaba directamente en esta primera guerra global (aunque sí indirectamente) y, por ello, en su territorio no se censuraron tanto las informaciones como en los demás países metidos de lleno en la contienda bélica.
Un siglo después, en 2020, se repite de nuevo esta situación. No es algo casual, sino totalmente programado y premeditado. Preparada decenios antes y puesta en marcha poco a poco. Con pruebas, experimentos y controles que van más allá, al menos de momento, de la imaginación de muchos seres humanos...
Para saber más sobre el tema:
La Mayor Pandemia de la Historia Moderna
La Epidemia de Gripe Española de 1918
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