El año 1929,
José Ortega y Gasset vio publicado por primera vez su libro La Rebelión de las Masas. Su interesante texto -digno de ser leído para comprender su estatus, ideas, acciones y situación social- dice: Ni este volumen ni yo somos políticos. El asunto de que aquí se habla es previo a la política y pertenece a su subsuelo. Mi trabajo es oscura labor subterránea de minero. La misión del llamado «intelectual» es, en cierto modo, opuesta a la del político. La obra intelectual aspira, con frecuencia en vano, a aclarar un poco las cosas, mientras que la del político suele, por el contrario, consistir en confundirlas más de lo que estaban. Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infínitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral...
Además, la persistencia de estos calificativos contribuye no poco a falsificar más aún la «realidad» del presente, ya falsa de por sí, porque se ha rizado el rizo de las experiencias políticas a que responden, como lo demuestra el hecho de que hoy las derechas prometen revoluciones y las izquierdas proponen tiranías.
Además, la persistencia de estos calificativos contribuye no poco a falsificar más aún la «realidad» del presente, ya falsa de por sí, porque se ha rizado el rizo de las experiencias políticas a que responden, como lo demuestra el hecho de que hoy las derechas prometen revoluciones y las izquierdas proponen tiranías.
La buena apreciación anterior se ve enturbiada por la siguiente apreciación sobre el pacifismo y la guerra. Para entender su comentario y su visión, se debe tener en cuenta su adiestramiento masónico e incapacidad para ver más allá pese a su amplio intelecto, o muy posiblemente gracias a él y a su desviado desarrollo intelectual: El pacifista ve en la guerra un daño, un crimen o un vicio. Pero olvida que, antes que eso y por encima de eso, la guerra es un enorme esfuerzo que hacen los hombres para resolver ciertos conflictos. La guerra no es instinto, sino un invento. Los animales la desconocen y es de pura institución humana, como la ciencia o la administración. Ella llevó a uno de los mayores descubrimientos, base de toda civilización: al descubrimiento de la disciplina. Todas las demás formas de disciplina proceden de la primigenia que fue la disciplina militar. El pacifismo está perdido y se convierte en nula beatería si no tiene presente que la guerra es una genial y formidable técnica de vida y para la vida...
Y continúa: En la hora de su invención - sigue refiriéndose a la guerra - significó un progreso incalculable. Hoy, cuando se aspira a superarla, vemos de ella solo la sucia espalda, su horror, su tosquedad, su insuficiencia. Del mismo modo, solemos, sin más reflexión, maldecir de la esclavitud, no advirtiendo el maravilloso adelanto que representó cuando fuen inventada... Fue un genio bienhechor de la humanidad el primero que ideó, en vez de matar a los prisioneros, conservarles la vida y aprovechar su labor".
La rebelión de las masas es uno de los libros más famosos de José Ortega y Gasset. Se comenzó a publicar en 1929 en forma de artículos en el diario El Sol, y ya en el año 1930 como libro. Está traducido a más de veinte lenguas debido a su carácter universal y homogeneidad en los temas que aborda. Se analizan diversos fenómenos sociales como la llegada de las masas al pleno poderío social, el lleno, las aglomeraciones de gente y a partir de estos hechos, analiza y describe la idea de lo que llama hombre-masa (las personas en grandes grupos, manipuladas e inconscientes).
José Ortega y Gasset fue un ensayista de filosofía perspectivista, curioso nombre dada su formación y misión. Como madrileño de la alta burguesía, estudió en el colegio jesuita de San Estanislao de Kotska de Málaga entre 1891 y 1897.
Era nieto de Eduardo Gasset y Artime, quien fue concejal del Ayuntamiento de Madrid, ministro de Ultramar en 1872 y político del partido Unión Liberal.
También era sobrino de Rafael Gasset Chinchilla, ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas en la regencia de la reina María Cristina de Habsburgo y Lorena, cartera que desempleñaría con el rey Alfonso XIII de Borbón y que cambiaría a la de ministro de Fomento.
Su padre fue el escritor, periodista y político José Ortega Munilla, diputado en el Congreso desde las elecciones del 27 de abril de 1898 por el distrito de Padrón (La Coruña) por el Partido Moderado.
Tanto José Ortega y Gasset como sus familiares citados pertenecían a la masonería especulativa.
Y continúa: En la hora de su invención - sigue refiriéndose a la guerra - significó un progreso incalculable. Hoy, cuando se aspira a superarla, vemos de ella solo la sucia espalda, su horror, su tosquedad, su insuficiencia. Del mismo modo, solemos, sin más reflexión, maldecir de la esclavitud, no advirtiendo el maravilloso adelanto que representó cuando fuen inventada... Fue un genio bienhechor de la humanidad el primero que ideó, en vez de matar a los prisioneros, conservarles la vida y aprovechar su labor".
La rebelión de las masas es uno de los libros más famosos de José Ortega y Gasset. Se comenzó a publicar en 1929 en forma de artículos en el diario El Sol, y ya en el año 1930 como libro. Está traducido a más de veinte lenguas debido a su carácter universal y homogeneidad en los temas que aborda. Se analizan diversos fenómenos sociales como la llegada de las masas al pleno poderío social, el lleno, las aglomeraciones de gente y a partir de estos hechos, analiza y describe la idea de lo que llama hombre-masa (las personas en grandes grupos, manipuladas e inconscientes).
José Ortega y Gasset fue un ensayista de filosofía perspectivista, curioso nombre dada su formación y misión. Como madrileño de la alta burguesía, estudió en el colegio jesuita de San Estanislao de Kotska de Málaga entre 1891 y 1897.
Era nieto de Eduardo Gasset y Artime, quien fue concejal del Ayuntamiento de Madrid, ministro de Ultramar en 1872 y político del partido Unión Liberal.
También era sobrino de Rafael Gasset Chinchilla, ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas en la regencia de la reina María Cristina de Habsburgo y Lorena, cartera que desempleñaría con el rey Alfonso XIII de Borbón y que cambiaría a la de ministro de Fomento.
Su padre fue el escritor, periodista y político José Ortega Munilla, diputado en el Congreso desde las elecciones del 27 de abril de 1898 por el distrito de Padrón (La Coruña) por el Partido Moderado.
Tanto José Ortega y Gasset como sus familiares citados pertenecían a la masonería especulativa.
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