sábado, 11 de noviembre de 2017

Invasión China del Tíbet

El gobierno comunista recientemente establecido en China envió tropas para invadir el Tíbet en 1949 e impuso al gobierno tibetano un tratado en mayo de ese año (mientras creaban el estado de Israel y días después de crear la OTAN), reconociendo su soberanía sobre Tíbet, pero reconociendo también la autonomía del gobierno tibetano respecto a asuntos internos de Tíbet. Pero los chinos consolidaban su control sobre el Tíbet al mismo tiempo que violaban repetidamente el tratado, y fue creciendo una abierta resistencia por parte de los tibetanos. Esa resistencia produjo el Levantamiento Nacional en 1959 y la huida a India del superior espiritual y político del Tíbet, el XIV Dalai Lama: Tenzin Gyatso...

La comunidad internacional reaccionó con aparente conmoción ante los hechos del Tíbet, aunque sin mover apenas un dedo. El asunto tibetano fue discutido en numerosas ocasiones por la Asamblea General de las Naciones Unidas entre 1959 y 1965.  Tres resoluciones fueron aprobadas por la Asamblea General condenando las violaciones de China a los derechos humanos en Tíbet, y requiriendo a China respetar esos derechos, incluyendo el derecho del Tíbet a su libre determinación.

Descripción de la simbología aparecida en la bandera del Tíbet

 
La destrucción de la cultura del Tíbet y la opresión de su pueblo fue brutal durante los siguientes veinte años tras el levantamiento.  Un quinto de la población del país, cerca de 1,2 millones de tibetanos, murieron como resultado de las políticas de China; muchos más se consumieron en prisiones y campos forzados; y más de 6.000 monasterios, templos y otras construcciones culturales e históricas fueron destruidos y sus contenidos saqueados.
 
En 1980, Hu Yao Bang, Secretario General del Partido Comunista visitó el Tíbet, el primer oficial superior en hacerlo desde la invasión.  Alarmado por la magnitud de la destrucción que vio allí, solicitó una serie de reformas drásticas y una política de recuperación.  Se dijo que su renuncia obligada en 1987, fue en parte resultado de esta visión sobre el Tíbet.

En 1981, Alexander Solzhenitsyn describió el régimen chino en el Tíbet: más brutal e inhumano que cualquier otro régimen comunista en el mundo.

La moderación de las políticas de China en el Tíbet llegó muy lentamente después de 1979 y permanece todavía hoy severamente limitada.

¿Cuál es la causa y cuáles los causantes de la expansión China y de sus ciudadanos por el mundo en forma de negocios, y de la brutalidad manifiesta de su gobierno sin alma?
 
Saber que el mayor banco del mundo actual, el ICBC (Industrial and Comercial Bank of China), es en su mayor parte propiedad de la poderosa familia Rothschild; y que la política mundial, incluyendo la de poderosa China comunista, es organizada y dirigida desde la City de Londres por  más poderosos y desconocidos personajes, hace replantearse la respuesta a esta gran pregunta.

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