jueves, 4 de abril de 2013

Asociación Internacional de Trabajadores

La Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), también llamada Primera Internacional, fue la primera gran organización que trató de unir a los trabajadores de los diferentes países. Tras numerosos contactos entre personajes británicos y franceses escogidos y masones, se convocó el día 28 de septiembre de 1864 una reunión en el St. Martin’s Hall de Londres...
 
A esta reunión asistieron delegados de organizaciones obreras, trade-unionistas británicos, proudhianos franceses, miembros de la Asociación de Trabajadores Alemanes, exiliados alemanes, polacos, húngaros, italianos, españoles, etc.. Reunidos en Asamblea acordaron fundar la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), conocida como La Internacional, asociación de controvertido fondo y de acciones dirigidas desde otros estamentos.

Reunión de miembros de la Primera Internacional el año 1866
 
La asamblea de delegados eligió un comité provisional donde había cartistas, sindicalistas, socialistas de distinta tendencias, seguidores de Proudhon y los que, muy pronto, con disgusto del propio Marx, también presente en el comité, iban a ser conocidos como marxistas.

Karl Marx se convirtió, y no por casualidad sino por estar preparado para ello desde años atrás, en el personaje clave de la Internacional cuando fue encargado de redactar un Llamamiento inaugural de la Internacional.

En el texto que escribió destacaban varias ideas: la Internacional no debía abolir las asociaciones nacionales, sino potenciar a escala mundial su actividad, la emancipación de la clase obrera sería obra de los propios trabajadores y no habría emancipación sin lucha por el poder político.

Sus teóricos fines eran la organización política del proletariado en Europa y el resto del mundo, así como un foro para examinar problemas en común y proponer líneas de acción. Colaboraron en ella Karl Marx, Engels y Mijaíl Bakunin.

Las grandes tensiones, fruto de las diferencias programáticas existentes entre Marx y los partidarios del socialismo científico, y Bakunin y los partidarios del anarquismo colectivista, llevaron a la escisión entre ambos sectores: marxistas y bakunistas.

Considerando los primeros en favor de la formación de una internacional de partidos obreros fuertemente centralizados, con un programa de mínimos basado en la lucha por conquistas sociales y laborales concretas, y uno de máximos basado en la lucha por la revolución social a través de la conquista del poder del Estado.

Y los segundos en favor de un modelo revolucionario basado en la organización asociativa-cooperativa (federalismo social) que rechaza el poder centralizado, por ende el monopolio de la violencia. En 1872 el Consejo General de la AIT se traslada desde Londres, donde está ubicado desde sus inicios, a Nueva York, disolviéndose oficialmente en 1876.

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