En 1966 se realizó una operación genital especial para comprobar
los efectos del comportamiento humano en relación a su género. La cobaya humana
fue el castrado Bruce Reimer y su familia, quien serían manipulados
psicológicamente por John Money durante años.
Modernos cursos de formación del siglo XXI, ofrecidos en centros oficiales y teóricamente educativos, así como en lugares de instrucción concertada y en empresas de todo tipo, incluyen la Teoría y la Igualdad de Género como premisa de una equiparación más justa entre las personas, sobre todo para las mujeres en general. Esta teoría aboga por una reestructuración jerárquica, económica y política que garantice el feminismo contra un machismo violento y un patriarcado dictatorial que ha dirigido la sociedad hasta nuestros días.
Sin embargo, una cosa es la teoría fabricada (inseparable de las verdaderas intenciones de quien la crea) y otra la práctica o lo sucedido en realidad, como podemos comprobar en el creciente dualismo-conflicto-trastorno que nos atrapa cada vez con mayor intensidad en el siglo XXI. Para entender el porqué de todo este empeoramiento de nuestras relaciones personales y sexuales, es necesario conocer el origen de esta teórica Igualdad de Género que nos ha llevado a vivir una demente y alarmante situación, que grita algo parecido pero totalmente opuesto: ¡Igual da, Degenero!...