Amnistía Internacional es una organización creada en Londres el día 1 de octubre de 1962, tras publicarse el artículo The Forgotten Prisoners (Los Prisioneros Olvidados) en el periódico de la élite The Observer, el 28 de mayo de 1961, y escrito por Peter Benenson, un abogado católico y socialista de dudosa fiabilidad. Se cuenta que Peter Benenson y sus colegas Louis Blom-Cooper y Erik Baker, y los miembros del grupo de abogados de Justice, fundada en 1957 para exigir el cumplimiento de la Declaración de las Naciones Unidas de 1948, decidieron formar una organización cuyos miembros tratasen de liberar a los encarcelados por sus opiniones, cuidar de que tales presos recibiesen un trato justo, desarrollar el derecho de asilo y ayudar a los refugiados a encontrar trabajo, e instar a la creación de un mecanismo internacional efectivo para asegurar la libertad de opinión y expresión. Se añade que Benenson y sus colaboradores llegaron a la conclusión de que el medio más efectivo para alcanzar esos fines era la publicidad. Cosa que, después de tantos años de acciones contrarias y del control de los Mass Media por parte de los poderosos, pocas personas creen ya…
Mikel Itulain lo relataba así en la página web de Canarias Semanal el día 21 de septiembre de 2015:
Debemos tener en cuenta y
recordar que las guerras no se justifican por motivos económicos, aunque éstos
sean los motivos principales que las provocan. También debemos recordar que no
son los grandes propietarios los que salen a defenderla. Para cumplir esa función
están otras organizaciones, que engañarán y moverán al público a apoyar las
intervenciones militares. Son las organizaciones mediáticas, los medios de
comunicación, y, especialmente, las organizaciones humanitarias.
Entre estas últimas, Amnistía Internacional, como Human Rights Watch, utiliza la excusa de los derechos humanos con otros fines políticos y económicos. Estas organizaciones, que actúan en beneficio del poder económico occidental, tienen una importancia capital en la estrategia de conquista del Mundo por parte de las grandes corporaciones, ya que justifican con supuestas buenas intenciones y supuestas justas motivaciones lo que no son que los intereses económicos de las grandes fortunas, amparando los ataques militares, económicos o sociales que el poder occidental desarrolla contra un país o gobierno determinado.
Se ceban especialmente con los rivales o enemigos de este poder y para ello no dudan en falsificar los hechos, en inventarse historias y en tener una doble vara de medir llamativa para situaciones similares.
El habitante occidental, demasiado desinformado, apenas percibe esta actuación y no porque no sea evidente, sino porque carece de un mínimo de información y de conocimientos para darse cuenta que está siendo claramente engañado.
Amnistía Internacional está financiada por las grandes corporaciones y cumple esta función. La financiación de Amnistía no es mostrada de forma clara. Tiene estructuras de cobertura para tratar de ocultarla.
Hay que ir a una organización como Amnesty International Limited para ver cómo recibe dinero de las corporaciones. Por ejemplo, de la Open Society, del crimin@l fin@nciero George Soros. O de gobiernos como el británico. O de la propia Comisión Europea que, recordemos, forma parte - junto al Banco Central Europeo y el FMI- de la Troika que está destruyendo con las corporaciones la democracia y el nivel de vida en Europa.
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Para saber más sobre el tema:
Desvelando a Amnistía Internacional
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