miércoles, 2 de enero de 2002

Egipto y Civilizaciones Antiguas

La Piedra de Rosetta es el trozo de una antigua estela egipcia de granodiorita donde se talló un decreto publicado en Menfis el año 196 a.C., en nombre del faraón de origen macedonio Ptolomeo V Epífanes. El decreto aparece en tres escrituras distintas: jeroglíficos egipcios antiguos en la parte superior, demótica o egipcia en medio, y abajo en griego antiguo. Esta piedra facilitó la clave para el entendimiento de los jeroglíficos del Antiguo Egipto.
Fue usada para la construcción de un fuerte militar y hallada en 1799 por el soldado Pierre-François Bouchard durante la campaña francesa en Egipto. Los británicos derrotaron a los franceses en 1801 y la piedra acabó bajo posesión inglesa. Llevada a Londres, fue expuesta al público desde 1802 en el Museo Británico. En 1822, el masón, historiador y lingüísta Jean-François Champollion anunció en París haber descifrado los textos jeroglíficos egipcios y otros lingüistas tardarían todavía varios decenios en leer con seguridad otras inscripciones y textos del Antiguo Egipto.
Pese a todo lo investigado y escrito hoy sobre esta civilización, aún hay muchos datos y teorías que no cuadran. Queda lo mejor y fundamental por descubrir y mostrar. Akenatón y Nefertiti son muestra de ello. Como faraones extraordinarios y símbolos de aquella fascinante época, nos ayudarán a entender mejor lo que sucedió en realidad y sus repercusiones históricas en el mundo global de hoy...