lunes, 12 de diciembre de 2005

La «hermosura» de Felipe IV y la «clemencia» de Bertrand de Got

En el occidente europeo la vida de los campesinos era dominada por los grandes terratenientes. Desde sus villas, estos potentados supervisaban cómo los esclavos y sirvientes cultivaban sus tierras y trabajaban sus señoríos (régimen señorial). Este sistema de sumisión fue impuesto por la Iglesia y sus príncipes mediante creencias, diezmos y otros aranceles. El régimen feudal era un sistema de relaciones políticas, militares, sociales y espirituales entre la nobleza, el pueblo y los sabios religiosos de la Edad Media. Este otro método social concedía feudos (tierras y trabajos) a cambio de prestaciones protectoras y benéficas. El contrato se efectuaba mediante juramentos de homenaje y fidelidad, pero aquí, a diferencia del régimen señorial, tanto el noble como el vasallo eran personas libres y con derechos establecidos...

viernes, 11 de noviembre de 2005

¿Pagar con la misma moneda o prestarla y cobrar intereses?

Muchos de los nobles francos y cátaros del Languedoc que fueron desposeídos de sus feudos durante la cruzada cátara o albigense murieron luchando por sus tierras, otros se refugiaron en el reino de Aragón y algunos acabaron firmando acuerdos con la Iglesia católica y jurándole vasallaje para recuperar sus posesiones y estatus. A todos se los llamó faidits o faydits, una definición burlesca basada en Gaucelm Faidit o Faydit, un gran trovador occitano que padeció las desdichas y chanzas de las damas aristócratas a las que cortejó y amó...

lunes, 10 de octubre de 2005

Los Perros del Señor

Al morir el papa Inocencio III en 1216 se produjo una sublevación general en todo el Languedoc. Raimundo VI de Toulouse, que se recuperaba en el Condado de Barcelona al lado de su hijo Raimundo VII, vio el momento oportuno para contraatacar con la ayuda de las tropas de su joven familiar Jaime I el Conquistador (de ocho años de edad), de los templarios y de los almogávares, unos mercenarios muy especiales de los que hablaremos más adelante...

viernes, 9 de septiembre de 2005

«La venganza de Dios ha sido admirable»

El papa Inocencio III escribió en marzo de 1208 una carta a todos los obispos y nobles francos, pues su poderoso rey capeto Felipe II el Augusto, se encontraba en guerra por el norte con Ricardo I Corazón de León, rey de Inglaterra. En ella calificaba como peste al cristianismo cátaro y más peligroso que el Islam, perdonaba los pecados de los soldados que lo extirparan, prometía el paraíso a los muertos en batalla y cedía las posesiones conquistadas a los conquistadores supervivientes...

lunes, 8 de agosto de 2005

La Cruzada contra los Cátaros y su Camino de Pureza o Perfección

Hombres y mujeres disfrutaban de la misma consideración entre los cátaros. Como continuadores del cristianismo esenio, el amor al prójimo incluía la sexualidad sin la obligación matrimonial del catolicismo, con relaciones libres sin promiscuidad o desperdicio, pues conocían las virtudes de la energía sexual bien aprovechada y canalizada. En las comunidades cátaras destacaba un grupo muy especial llamado los perfectos que era cabeza y guía de las comunidades cátaras. Su nombre no indicaba superioridad jerárquica sino perfección espiritual. La palabra perfecto proviene del latín per factum y significa por hecho o a través de lo hecho...

jueves, 7 de julio de 2005

Portugueses de la Borgoña, almohades de la Berbería y cátaros de la Pureza

El distinguido Hugues de Payns partió hacia los dominios francos el año 1126 acompañado por cinco nobles francos más. Una vez allí se reunió con Bernardo de Claraval y otros señores feudales y católicos de elevado rango. Llegado el año 1128, los templarios expusieron en el Concilio de Troyes la conveniencia de redactar una regla para que la nueva orden de monjes soldados fuera aceptada por la Iglesia de Roma. San Bernardo, el abad Esteban Harding y entendidos monjes del Monasterio de Cîteaux se pusieron manos a la obra. Una vez acabado, el papa Honorio II aprobó los estatutos y bendijo su aparente intención: proteger a los peregrinos en Tierra Santa y hacer accesibles las rutas que llevaban hasta el Santo Sepulcro de Cristo. Para dirigir la nueva y misteriosa orden, Hugues de Payns fue nombrado su primer gran maestre...

lunes, 6 de junio de 2005

El Códice de Calixto: consolidación de la propaganda jacobea

Por su parte, Guido o Guy de Borgoña, quinto hijo del conde Guillermo de Borgoña, fue arzobispo de Viena y abad del Monasterio de Cluny. Tras el corto pontificado de Gelasio II, de apenas un año, los cardenales cluniacenses se reunieron en Cluny el día 1 de febrero de 1119 y lo eligieron papa con el nombre de Calixto II. No tardó Calixto en convocar un concilio en Reims para condenar la investidura de papas por los nobles laicos y para excomulgar después a Enrique V del Sacro Imperio Romano junto al antipapa elegido por éste, Gregorio VIII. Con Enrique acordó una tregua, pero a su rival papal no tuvo reparos en encarcelarlo, despojarlo de sus vestiduras papales, exhibirlo por las calles de Roma como un animal para recibir la burla de sus gentes y dejarlo morir poco después en la reclusión de un monasterio....

jueves, 5 de mayo de 2005

El Temple de Bernardo (o pese a él)

Después de invadir Jerusalén el 15 de julio de 1099 y arrebatársela a los musulmanes, los primeros cruzados establecieron un sistema feudal de gobierno para el Reino Latino de Jerusalén, que abarcaba lo que hoy es Israel más parte de Jordania y Líbano. Con el título de Defensor del Santo Sepulcro, eligieron primer rey de Jerusalén al noble franco Godofredo IV de Boulogne, duque de la Baja Lorena, más conocido como Godofredo de Bouillon. Poco después se organizó allí la Orden de los Caballeros del Hospital de san Juan Limosnero de Jerusalén, que fue aprobada en 1113 por el papa Pascual II y confirmada por el papa Eugenio III en 1153. Se los conoce por caballeros hospitalarios y su primer fin era cuidar de peregrinos y cruzados necesitados, aunque en sus acciones prevalecería la actividad militar y feudal, como en las demás órdenes militares de la Edad Media...

lunes, 4 de abril de 2005

Entre Taifas y Borgoñeses

La desaparición del califato de Córdoba en 1031 por falta de un prestigioso y respetado adalid, dio paso a la fragmentación de al-Andalus en pequeños reinos llamados taifas, cada uno de los cuales tenía su propio señor. En el interior, el poder de las ciudades lo tuvieron los nobles de origen cristiano y árabe, la zona mediterránea desde Almería hasta Tortosa fue dominada por linajes eslavos originarios del este de Europa, y en el sur nacieron principados controlados por aristócratas bereberes. Los más poderosos se impusieron y en la segunda mitad del siglo XI sólo quedaron los reinos de Zaragoza, Badajoz, Toledo, Sevilla y Granada. Estas guerras hicieron que reyes y nobles católicos intervinieran en muchos de los conflictos andalusíes con sus ejércitos y que convivieran de manera intensa con la sabiduría islamita...

jueves, 3 de marzo de 2005

Las Campañas de Almanzor contra el Camino de Santiago

Avanzado el siglo X, la Hispania católica y norteña manifestaba una gran inestabilidad monárquica, con su consiguiente deterioro político y moral. De nuevo, las luchas entre clanes aristocráticas fueron actitud dominante para conseguir posiciones elevadas junto a los tronos. La ausencia de personajes con marcada autoridad favoreció la aparición de nobles deseosos de adueñarse de territorios, incluso a cambio de rebajarse hasta extremos patéticos. A parir de 971 desfilaron por Córdoba delegaciones católicas como las del conde Borrell II de Barcelona, el conde Gonzalo de Astorga, el rey Sancho Garcés II de Navarra, el conde García Fernández de Castilla, el conde  Fernando Ansúrez de Monzón (Huesca) y la regente doña Elvira de León...

miércoles, 2 de febrero de 2005

Cluny y Abderramán III el Pelirrojo

A lo largo del siglo IX la filosofía cátara fue consolidándose en la Europa occidental, formando poblaciones donde vivían con cierta armonía e independencia todos sus miembros. Muchos de sus habitantes y otros cristianos de alma noble seguían recorriendo las calzadas romanas que llevaban a Galicia para venerar la cripta de los siete mártires de Tréveris. Peregrinaciones anónimas y silenciadas por la pluma oficial que, pese a ello, permiten imaginar sus dificultades junto a un posible encuentro con la trascendencia. Andaduras que acrecentaron la heterodoxia y el enfado de la cúpula vaticana por su rebajada autoridad. Un gran dilema que generó un sibilino plan bajo sus puntiagudas mitras...

sábado, 1 de enero de 2005

Los reinos norteños de Hispania y la creación de Santiago Matamoros

Los peregrinos del siglo VIII continuaron recorriendo las redes viarias romanas de Hispania con el fin de pasar por la cripta de Compostela e inclinarse ante los venerables restos de Prisciliano, Asarino, Latroniano, Armenio, Aurelio, Felicísimo y Eucrocia, martirizados por la Iglesia de Roma y santificados por las comunidades cátaras. Su incesante flujo y repercusión, pese a los esfuerzos de Benito de Nursia y su represiva regla, inquietó sobremanera a la cúpula pontificia, que se propuso reformar sus estructuras de dominio.