sábado, 8 de agosto de 2009

Nueva Francia, Nueva Inglaterra y (pon atención al leer) Austri-a-lia

Durante el segundo tramo del siglo XVI hubo casi veinte intentos malogrados de colonización europea en Norteamérica. Antes de ver a los colonizadores ingleses que darían origen al estado de Virginia y los posteriores Estados Unidos de América, comentaremos dos de estos intentos colonizadores por su importancia: la misión jesuita de Santa María de Ajacán y la Colonia Perdida de emigrantes procedentes de Inglaterra...

La raíz de Santa María de Ajacán brotó en la colonia hispana de Santa Elena (hoy Parris Island, Carolina del Sur), de donde partió una expedición compuesta por ocho jesuitas: los padres Juan Bautista de Segura y Luis de Quirós, y los hermanos Gabriel Gómez, Pedro Linares, Juan Bautista Méndez, Cristóbal Redondo, Gabriel de Solís y Sancho Zeballos, acompañada por un niño llamado Alonso de Olmos y un joven príncipe amerindio bautizado católico con el nombre Luis de Velasco. La misión incluía devolver al indígena sus tierras después de utilizarlo como intérprete, confidente y aliado.

Matoaka (Pocahontas), hija del jefe powhatan

Los expedicionarios llegaron a la bahía de Chesapeake (Virginia) en septiembre de 1570, los jesuitas la bautizaron bahía de la Madre de Dios y, como centro de su misión católica, construyeron una iglesia de madera a la que llamaron Santa María de Ajacán (Virginia), a unos veinte kilómetos de donde los ingleses levantarían treinta y seis años después la colonia llamada Jamestown. El indígena Luis de Velasco desapareció y los ocho jesuitas mencionados fueron asesinados en febrero de 1571 por guerreros de la tribu Powhatan.

Los ataques indígenas a los colonos europeos continuaron y se hicieron cada vez más despiadados. Hay indicios de que el príncipe Luis de Velasco era el jefe Opechancanough u Opchancanough, cuyo nombre significa quien tiene alma de blanco, cabecilla aborigen que pondría en jaque a los colonos y soldados ingleses durante muchos años.

La Colonia Perdida (The Lost Colony) estuvo asentada en la pequeña isla de Roanoke, frente a Carolina del Norte. Unos setenta y cinco colonos se establecieron en agosto de 1585, pero el año siguiente abandonaron la isla con la ayuda de la flota del corsario Francis Drake, temerosos de represalias de los nativos. En julio de 1587, otro grupo formado por algo más de cien personas entre adultos y niños, y dirigido por Walter Raleigh, corsario, aristócrata, organizador del proyecto colonizador y escritor inglés conocido en la literatura clásica española como Guantarral, se instaló en el mismo sitio.

Raleigh nombro dirigente de la colonia a John White, hombre de confianza suyo. Dada la mala experiencia de los colonos anteriores, White intentó primero establecer buenas relaciones con las belicosas tribus indígenas de la zona, pero fracasó en su intento. El miedo a ser atacados y la escasez de alimentos agravaron la situación de los colonos ingleses, y John White debió regresar a Londres para conseguir provisiones y ayuda militar. Estando en Inglaterra durante el verano de 1588, empezaron a disputarse las batallas contra la Grande y Felicísima Armada de Felipe II, y White se quedó cercado por la guerra sin poder regresar a la isla de Roanoke.

Después de tres años, volvió a la colonia en un barco de una flota corsaria inglesa y encontró todo desarmado y sin rastro alguno de sus paisanos, sólo una palabra completa en un poste de madera que decía croatoan... (sigue)

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