Para comprender mejor el Islam y lo que sucedió realmente a partir
del año 711 en Hispania, es necesario que retrocedamos tres siglos, hasta la
incursión de los suevos, vándalos y alanos, seres humanos casi tan sabios como
belicosos. Estas tres tribus germanas entraron en la península saqueando y
destruyendo todo a su paso. Al chocar sus intereses, no dudaron en combatir
contra los romanos, sus hermanos visigodos o entre sí mismos...
Dentro del pueblo
vándalo había dos grupos diferentes, unos eran silingos y otros asdingos. Los
primeros fueron vencidos y aniquilados por los visigodos junto a los alanos en
418. Los vándalos asdingos ganaron la guerra que mantenían con las tropas
romanas y en 426 ya dominaban la
Bética y la
Cartaginense.
Con Genserico, rey desde 428, los vándalos asdingos alcanzaron en
Hispania su máximo poder. Al mando de unos ochenta mil soldados, Genserico
invadió Córdoba, Sevilla y saqueó gran parte del sur peninsular. En 429 cruzó
el estrecho de Gibraltar con su ejército, derrotó al ejército romano dirigido
por el general Bonifacio y se estableció en el norte de África.
Al federarse
con el Imperio Romano de occidente en 435, la soberanía de Genserico sobre lo
que hoy es el norte de Marruecos y Argelia fue reconocida por el emperador
Valentiniano III. Crecidos por el éxito, los vándalos asdingos conquistaron la
ciudad de Cartago en 439 y Genserico la eligió capital de su reino. Sus naves
controlaron el Mediterráneo occidental, realizando ataques en Córcega, Sicilia,
Cerdeña y las islas Baleares.
A la muerte de Valentiniano III en 455, Genserico aprovechó para
saltarse el pacto federalista, asaltar la desprotegida Roma, saquearla durante
dos semanas y violar a sus sorprendidos habitantes. Aparte de llevarse los
tesoros de la capital, las tropas de Genserico secuestraron y trataron como
esclavos a la viuda de Valentiniano, a sus dos hijas y a otros ciudadanos
romanos de alto rango. Continuando con su plan, asolaron luego Grecia, Dalmacia
y amenazaron a la gran Constantinopla.
En 457, las tropas del emperador romano de occidente Mayoriano
embarcaron en la
Cartaginense, atacaron el reino norteafricano de los vándalos
asdingos pero fueron derrotadas. En 468 lo volvieron a intentar las legiones de
León I el Grande, emperador romano de occidente, y también fueron vencidas.
Su
sustituto, el emperador Zenón, se vio obligado a reconocer el territorio
conquistado por Genserico: el norte de África y las islas del Mediterráneo
occidental, y a firmar un nuevo acuerdo de paz con él en 476. Genserico murió
el año siguiente y le sucedió su hijo Hunerico, bajo su corona el reino
africano de los vándalos asdingos empezó a menguar...
Cuando se proclamó emperador el año 527, Justiniano I empleó una
política dedicada a restaurar el Imperio romano, cuya zona occidental había
perdido el siglo anterior por disputas con los pueblos germanos. El cronista
bizantino Procopio de Cesárea escribió en su libro Historia Secreta que Justiniano y su esposa Teodora eran realmente demonios con forma humana.
Entre guerras, intrigas y crímenes detallados por Procopio, este emperador romano y sus asesores completaron el Código de Justiniano, una gran codificación legal que aún sirve de base legislativa en bastantes países europeos, y la Basílica de Santa Sofía (la Sabiduría) en Constantinopla.
Entre guerras, intrigas y crímenes detallados por Procopio, este emperador romano y sus asesores completaron el Código de Justiniano, una gran codificación legal que aún sirve de base legislativa en bastantes países europeos, y la Basílica de Santa Sofía (la Sabiduría) en Constantinopla.
Este imponente monumento se construyó en poco tiempo, entre 532
y 537, tuvo su inspiración en el Libro de la Sabiduría del Antiguo
Testamento judío y se alzó sobre dos anteriores construcciones, destruidas por
disturbios entre el poder romano oriental y los primeros cristianos de la ciudad,
de tendencias arrianas y gnósticas.
Aprovechando el declive de los vándalos asdingos, en 533 y por
orden del emperador Justiniano I, el general bizantino Belisario fue enviado al
norte de África con sus ejércitos. En un año recuperó para el Imperio Romano de
Oriente el territorio africano de los vándalos y se llevó prisionero a su rey
hacia Constantinopla.
Belisario y sus legiones atacaron al año siguiente a los
godos asentados en Italia, los conocidos luego como lombardos, pero éstos
resistieron sus ataques más de veinte años. En una tercera campaña militar
contra los visigodos, Belisario recuperó también el sureste de Hispania.
Antes de establecerse en la
Berbería africana, los godos vándalos ya profesaban el
arrianismo en sus vandálicas correrías por la Galia e Hispania. Como ya vimos, el emperador
Teodosio I el Grande y la
Iglesia romana condenaron el cristianismo de Arriano en 379. A través de Recaredo,
los nobles visigodos renegaron de él por intereses políticos y se convirtieron
al catolicismo en 587, realizando brutales persecuciones de herejes a continuación.
Pero los vándalos asdingos siguieron abrazando este credo y en venganza
trataron con severidad a los católicos del mundo mediterráneo, sembrando un
gran temor a su paso por los reinos que profesaban esta doctrina trinitaria.
Entre los años 634 y 642 los ejércitos islamitas realizaron una
primera expansión guerrera más allá de Arabia conquistando Egipto, Mesopotamia,
Palestina y Siria. El califa Umar u Omar I y sus consejeros sistematizaron el
calendario islámico en 639, su cronología de meses lunares tiene el 622 como
primer año, fecha de la Hégira o Huída de Mahoma desde la Meca para huir de los
detractores hacia Yatrib (la
Medina de Arabia Saudí), donde se estableció la primera
comunidad musulmana según la tradición. En el 640 produjeron el cuarto estrago
con expolio de la Biblioteca
de Alejandría. Sus tesoros de conocimiento fueron trasladados a Damasco,
capital del mundo musulmán desde 661, y de allí a Bagdad años después para ser
estudiados, recompuestos y ampliados. Y a partir de 670 asediaron
Constantinopla durante años.
Pese a lo anterior, lápidas y otros restos arqueológicos del siglo
VII, encontrados en la costa suroeste de España con inscripciones y hechura de
los comienzos musulmanes, demuestran que el Islam llegó desde oriente y de
forma pacífica, mezclado con formas de culto arrianas. Estos primeros grupos de
personas inmigrantes, practicantes de una religión de nueva apariencia,
vivieron protegidos por el Imperio Romano de Oriente, distanciados de los
señoríos visigodos, y mantuvieron prósperas relaciones comerciales y culturales
con otros pueblos bañados por el Mediterráneo.
Iniciado el siglo VIII, las vejaciones
realizadas por los visigodos católicos contra arrianos, judíos y otros
cismáticos durante más de un siglo se apaciguaron con el rey Witiza.... (sigue)
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