viernes, 2 de febrero de 2007

Un detalle inglés y dos florentinos

Recomendado por la familia Bolena, el obispo católico y nuncio del papado Thomas Cranmer (1489-1556) fue nombrado en 1532 primer arzobispo de Canterbury por el rey Enrique VIII, después de pagar éste por las bulas papales que legitimaban el nombramiento. Cranmer sirvió los intereses del rey inglés, incluyendo la ejecución de Ana Bolena y su matrimonio en secreto con Jane Seymour, dama de compañía de sus dos primeras esposas, y fue director y uno de los artífices del Libro de la Oración Común, tratado de la Iglesia de Inglaterra editado el año 1549...

María I Tudor, hija de Catalina de Aragón y Enrique VIII, subió al trono inglés en 1553 y eliminó las estructuras político-religiosas creadas por su padre. Repuso luego la autoridad del papa, los ritos católicos y devolvió al papado las propiedades confiscadas por la Corona inglesa. Las dos primeras restituciones no tuvieron apenas oposición, pero los parlamentarios ingleses se negaron a devolver las posesiones decomisadas.

María la Terrible, hija de Catalina de Aragón y Enrique VIII

María I Tudor se casó por poderes con el rey hispano Felipe II en 1554. Este enlace cayó como un jarro de agua fría sobre los poderosos ingleses, quienes no tardaron en intentar destituir a María para sustituirla en el trono por su hermanastra Isabel I Tudor, hija de Enrique VIII y de Ana Bolena, otra pelirroja de origen germánico que subiría al trono de Inglaterra en 1558. Pero antes de perder el mando, María acusó de herejía a Thomas Cranmer por haber aprobado en 1536 el matrimonio de Enrique VIII con Jane Seymour y el arzobispo murió quemado en la hoguera el año 1556

María I sería conocida como María la Sanguinaria o la Terrible por el gran número de persecuciones político-religiosas que tuvieron lugar durante su reinado de poco más de cinco años. En ese tiempo casi trescientas personas de alto rango fueron acusadas de una herejía religiosa que en realidad era político-económica, y condenadas a morir abrasadas.

El monje florentino y agustino Pietro Martire Vermigli (1500-1562, no confundir con el cronista milanés Pedro Mártir de Anglería) destacó como reformador protestante en Italia. El Vaticano lo acusó de herejía y le prohibió predicar sermones que reproducían contenidos de Martin Bucer y de Ulrico Zuinglio. Esta condena no le impidió viajar a Alsacia e instalarse en Estrasburgo. Thomas Cranmer, primer arzobispo protestante de Canterbury, le dio trabajo como instructor de teología protestante en la Universidad de Oxford el año 1547.

Participó luego en disputas y coloquios relacionados con matices teológicos de la ortodoxia reformadora, siendo uno de los revisores del Libro de la Oración Común y Administración de los Sacramentos y Otros Ritos y Ceremonias, tratado oficial de la Iglesia Anglicana que se publicó completo en 1549. Junto a otros adalides reformadores, Pietro Martire fue encarcelado el año 1553 por orden de la reina María I de Inglaterra, pero pudo abandonar la isla y trasladarse a Zurich, donde permaneció hasta morir en 1562.

Pietro Carnesecchi pertenecía a linaje noble florentino y estuvo protegido por Clemente VII y los demás miembros de la familia Medici. Como notario principal y secretario del Vaticano, conoció a Juan de Valdés en Roma y allí se familiarizó con sus alegatos. Se hizo también con el favor del rey franco Francisco I y de su esposa Catalina de Medici, promotora de las matanzas y guerras realizadas por católicos y hugonotes (protestantes calvinistas del Reino Franco) en la segunda mitad del siglo XVI.

Tras la muerte de Clemente VII (Julián de Medici) en 1534 y la ocupación del trono vaticano por Pablo III (Alejandro Farnesio), se inició la represiva Contrarreforma católica, se convocó el Concilio de Trento con reorientaciones de todo tipo, se crearon nuevas órdenes católicas como teatinos, capuchinos, ursulinas o jesuitas, y Pietro Carnesecchi fue cesado de sus obligaciones con la curia romana.

Pese a la oposición de Carlos V y de otros muchos cardenales, Gian Pietro Caraffa fue elegido nuevo pontífice con el sobrenombre de Pablo IV. Este papa se alió con el rey franco Enrique II, creó el primer Índice de Libros Prohibidos, impuso a los judíos llevar grotescos sombreros amarillos para ser identificados (preludio de lo que harían cuatro siglos después los nazis) y utilizó a la Inquisición romana para ejecutar tanto a herejes como a enemigos políticos... (sigue)

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