Giannotto o Juanoto Berardi, el más influyente comerciante
florentino en Andalucía al servicio de los Medici, murió al finalizar el año
1495 y Amerigo Vespuccio se hizo cargo de los negocios florentinos en tierras
sevillanas. Las guerras y los padecimientos de los hombres llevados por
Cristóbal Colón en sus viajes llevaron hasta el Viejo Mundo comentarios
despectivos sobre el Nuevo Mundo y llenaron los puertos y poblaciones de Hispania con
su mala propaganda...
El 11 de junio de
1496, el almirante desembarcó en Cádiz, se encontró con aquel negativo
panorama sobre su aventura, dramática situación que nunca abandonaría su suerte,
y conversó ampliamente con Amerigo Vespuccio sobres sus descubrimientos e
incidencias.
Siguiendo el plan católico trazado para perjudicar al reino franco
y robustecer las relaciones con el Sacro Imperio Romano Germánico, Isabel I de
Castilla y Fernando II de Aragón casaron a su tercera hija Juana I de Castilla, llamada la Loca , con el que sería Felipe
I de Castilla, el Hermoso, archiduque austriaco de la Casa de Habsburgo e hijo del
emperador germano Maximiliano I. La boda se celebró el 20 de octubre de 1496 en la ciudad de Lier o Lierre (Bélgica).
Lier (Bélgica) hoy, en esta ciudad se casó Juana la Loca |
De este matrimonio
nacieron seis hijos, cuyo primer varón sería más adelante el emperador Carlos V
del Sacro Imperio, así como unos celos en Juana hacia su marido que la llevaron
a un grave desequilibrio mental, cuyos trágicos detalles veremos más adelante.
Por sus labores en beneficio del catolicismo (con los enlaces
matrimoniales de sus hijos y demás manejos políticos ya hechos o por venir) y
hecha la correspondiente consulta a sus consejeros más cercanos (los
influyentes cardenales Jorge da Costa de Lisboa, Oliverio Caraffa de Nápoles y
Francesco Piccolomini de Siena), el papa valenciano Alejandro VI concedió a
Fernando II de Aragón y a Isabel I de Castilla el título de Reyes Católicos
mediante la bula Si Convenit, emitida el 19
de diciembre de 1496.
Otro contrato que intentó fortalecer las relaciones de los Reyes
Católicos con el Sacro Imperio Romano Germánico fue el matrimonio celebrado en abril de 1497 entre el infante Juan de Castilla y Aragón, heredero al trono,
y la archiduquesa Margarita de Austria, hermana de Felipe I el Hermoso, cuñada
de Juana la Loca
e hija del emperador Maximiliano I y la duquesa María de Borgoña. Pero, como
veremos más adelante, esta unión duraría muy poco.
Aconsejados por sus banqueros judíos, los Reyes Católicos pusieron
en marcha la transformación y unificación del sistema monetario de sus reinos. Mediante
una pragmática o ley dictada en Medina del Campo (Valladolid) el día 13 de junio de 1497, se estableció un
nuevo patrón del sistema financiero a partir del modelo llevado por la economía
más rica, la castellana, y se hizo en torno a estas monedas: el excelente de
oro (que se llamaría ducado a partir de 1504), el real de plata y la blanca o
vellón de cobre.
La plata empezaría a llegara Europa desde América en grandes
cantidades durante el siglo XVI, sobre todo de las minas de Potosí (Perú) y de
las de Argentina, que significa de plata y daría nombre al país actual. El
blanco metal se fue imponiendo como más precioso, valorado y utilizado. La
explotación sistemática de las minas de plata haría reducir el valor y la
circulación del oro como patrón del sistema monetario, y empezaría a construir
las naciones y las finanzas modernas. Hoy en día, los ciudadanos argentinos y
otros americanos de habla hispana siguen llamando “plata” al dinero.
Ávido de conquistas como los soberanos de Aragón y Castilla, el
rey portugués Manuel I el Afortunado encargó al marino Vasco de Gama la tarea
de llegar hasta la India
por mar desde Lisboa. El 9 de julio de
1497 zarpó con cuatro barcos, en noviembre rodeó el extremo sur de África y,
con la ayuda de un guía indio que encontró por allí, llegó el 20 de mayo de
1498 al suroeste de la India. La
rivalidad con los comerciantes musulmanes le impidieron organizar un espacio
comercial y necesitó negociar su salida de tierras hindúes para poder regresar
a Portugal en 1499.
Enterados de los viajes realizados por Cristóbal Colón y los
pactos hechos por los reyes hispanos con el Vaticano, el rey Enrique VII de Inglaterra
y su círculo de influyentes parlamentarios, banqueros y comerciantes encargaron
a Giovanni Caboto el año 1496 navegar hacia la zona norte de América para
explorar sus tierras. Caboto, llamado Juan Caboto por castellanos y John Cabot
por ingleses, era ciudadano veneciano, experto marino, residió en Valencia
varios años y conocía los viajes de los Marco Polo a Oriente junto a los más
recientes de Cristóbal Colón. Reunió una pequeña tripulación y salió el 2 de
mayo de 1497 del puerto de Bristol
rumbo noroeste en un barco llamado Matthew. A finales de agosto llegó a las
costas de Terranova, Labrador y Nueva Inglaterra, tomando posesión del suelo
pisado en nombre de Enrique VII.
Cuando regresó, el monarca y sus socios de
gobierno le financiaron un segundo viaje exploratorio. En mayo de 1498 volvió a zarpar de Bristol con
cuatro o cinco barcos, suministros y una tripulación de unos doscientos
hombres. Diversas versiones, llegadas, suertes y pinceladas se barajan de este
viaje, desde que se perdieron hasta que los tripulantes se amotinaron. Lo
cierto es que el trabajo del marino Giovanni Caboto, continuado por su hijo
Sebastián Caboto, abrió el camino para que Inglaterra se apoderase de gran parte
de Norteamérica... (sigue, más abajo se describe al Padre Putas y su función)
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