En la recta final hacia su proclamación como emperador del Imperio
Romano Germánico, celebrada en Aquisgrán el 23 de octubre de 1520, Carlos V
firmó el día 22 de marzo de 1519 en Valladolid un acuerdo o contrato con el
navegante Fernando de Magallanes, miembro de la baja nobleza portuguesa. Sus
letras nombraron a Magallanes y a Rui Faleiro, cosmógrafo portugués sustituido
poco después sin explicación por otro astrónomo llamado Andrés de San Marín,
caballeros de la Orden
de Santiago y comandantes de una expedición alrededor del globo terráqueo, que
tocaba las deseadas islas de las Especias (islas Molucas de Indonesia) por su
gran riqueza en estos apreciados condimentos, otorgándoles además una serie de títulos,
privilegios y ganancias en relación con las rutas, tierras e islas descubiertas...
Desde ese momento comenzaron los preparativos de aquella difícil
aventura para la Expedición
de Magallanes. Pese a las trabas del rey Manuel I de Portugal, problemas
presupuestarios, de tripulación o aprovisionamiento, y realizados los
testamentos, la misa y las confesiones de los navegantes, el 20 de septiembre
de 1519 salieron del puerto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) cinco naves con doscientos
treinta y siete hombres sin conocimiento de su destino para no aterrarlos por
tan grande cosa, según apunta el aristócrata veneciano y cronista de la
expedición Antonio Pigaffeta en su obra Primer Viaje Alrededor del Mundo; una
placa conmemorativa que se encuentra en Sanlúcar de Barrameda asegura que los
tripulantes eran doscientos sesenta y cinco.
Expedición realizada por Magallanes y Elcano, 1519-1522 |
La primera parada de abastecimiento fue en Tenerife (islas
Canarias) y siguieron hacia el archipiélago de Cabo Verde (frente a Senegal), colonizado
por los portugueses desde 1462 con el comercio de esclavos africanos, tramo en
el que surgieron desavenencias por el rumbo tomado entre Magallanes y Juan de
Cartagena, primo del obispo de Burgos, veedor general y adjunto del portugués.
El viaje continuó desde Cabo Verde hacia las costas americanas. Juan de Cartagena
encabezó una insubordinación en este tramo ante el almirante Magallanes por no
recibir explicaciones de éste y puso en duda su mando, por lo que fue
destituido y puesto bajo vigilancia del capitán Luis de Mendoza, quien medió
para que no acabara encerrado.
Tocaron la bahía donde hoy se encuentra Río de Janeiro en
diciembre de 1519 y, siguiendo la costa y explorando cada paso marítimo abierto
hacia el oeste, sus cinco buques llegaron a la Patagonia atlántica,
donde permanecerían casi medio año. Quedaron impresionados al ver el gran
tamaño de las huellas de los nativos tehuelches encontradas en la playa y,
cuando contactaron con ellos, vieron que eran altos y vigorosos. Intercambiaron
conocimientos, se abastecieron de víveres de forma pacífica y Magallanes les
puso por sus grandes pies el nombre portugués patagau, que significa patagrande
y del que deriva el nombre de patagones y el de la región suramericana de
Patagonia. Pero el crudo invierno y el desolador paisaje de la zona, tan
cercano a la Antártida ,
añadidos a los cada vez más escasos víveres, acrecentaron el conflicto
existente.
Y el motín se produjo, así lo relató Antonio de Pigaffeta: …apenas anclados allá, los capitanes de los otros cuatro navíos conjurárondose
en traición para asesinar al capitán general; y eran ellos: el veedor de las
armas, que se llamaba Juan de Cartagena; el tesorero, Luis de Mendoza; el
contador, Antonio Coca; y Gaspar de Quesada. Descuartizado el veedor por sus
hombres, fue muerto el tesorero a puñaladas, descubriéndose la conjura. A los
pocos días, Gaspar de Quesada, por querer organizar otra, fue desterrado en esa
tierra patagona en compañía de un clérigo. El capitán general no quiso ordenar
que lo matasen porque le había dado la capitanía el emperador Don Carlos.
Tras esta sublevación, la nave Santiago se hundió y la llamada San
Antonio regresó a Sevilla con desertores que llegarían en mayo de 1521. El
resto de los expedicionarios lograron encontrar un paso marítimo hacia el oeste
antes de llegar al final del continente en noviembre de 1520, ese paso fue bautizado
por Magallanes como Estrecho de Todos los Santos y es conocido hoy como Estrecho
de Magallanes. Surcaron el entonces llamado Mar del Sur, al que pusieron el
nombre de Pacífico por sus tranquilas aguas, y pasaron tres meses sobre ellas
antes de llegar a las islas Marianas (nombre dado en el siglo XVII en honor de
la reina consorte Mariana de Austria, segunda esposa del rey Felipe IV de
Austria, y en poder de España hasta 1898 por la guerra entre ésta y los Estados
Unidos).
En aquella tranquilidad oceánica el agua se pudrió, la tripulación
sufrió el escorbuto que sangraba sus encías ocultando los dientes y una
hambruna que les hizo consideraba a las ratas de las naves como un manjar. Magallanes
y los demás expedicionarios desembarcaron en la isla de Guam, nombrada Guaján en
castellano, en marzo de 1521 y los nativos, llamados chamorros, llegaron hasta
los barcos visitantes en canoas y ofrecieron a sus tripulantes agua, ayuda y
comestibles frescos. Interesados por las piezas de hierro, y haciendo uso de
una compensación que esperaban y no recibieron, los chamorros abordaron por la
noche las naves hispanas y se llevaron todas las piezas que pudieron de ese
metal. Cuando Magallanes se enteró, ordenó atacar a los isleños, incendiar sus
poblados y matar algunos para escarmiento del resto. Y aquella isla fue llamada
desde entonces Isla de los Ladrones... (sigue)
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